Además de los temores de supervisión gubernamental planteados por el ambicioso proyecto del euro digital de la Unión Europea, la principal preocupación del público es el marco de privacidad de la futura moneda. Después de todo, parece que esta preocupación no es exagerada: como sugiere la última presentación del Banco Central Europeo (BCE), el anonimato del usuario no es una opción de diseño deseable.
El 3 de mayo, Patrick Hansen, asesor de criptomonedas y denunciante europeo sobre regulación de activos digitales. llamó la atención del público la presentación del BCE titulada “Digital Euro Privacy options”. el documento es relativamente corto y contiene 9 diapositivas que ilustran posibles opciones para la privacidad del usuario en la Moneda Digital del Banco Central de la UE (CBDC), también conocida como euro digital.
Reconociendo la preocupación pública sobre la privacidad de CBDC, la presentación enfatiza la necesidad de evaluar el problema “en el contexto de otros objetivos de la política de la UE, en particular contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo (ALD/CFT)”.
Lo que esta verborrea burocrática significa en la práctica es que el escenario de referencia de privacidad para el proyecto del euro digital es que todos los datos de las transacciones sean transparentes para intermediarios como los bancos. Sin embargo, la opción de proporcionar un mayor grado de privacidad para transacciones de bajo valor todavía está sobre la mesa y “podría ser considerada con los colegisladores”.
Sin embargo, el estado de ánimo general del documento se puede expresar en una sola cita de la diapositiva 4, que dice: “El anonimato del usuario no es un rasgo deseable”. Como concluye Hansen, en este momento no está claro en qué se diferenciaría el euro digital de la infraestructura fiduciaria existente para pagos digitales.
La sección de comentarios públicos sobre el euro digital contiene más de 13 000 respuestas en el momento de la publicación, en su mayoría críticas con el proyecto CBDC. Mientras tanto, a finales de abril, el BCE y el Eurosistema iniciaron el prototipo experimental de la interfaz de cliente del euro digital.